Nace probablemente en el año 1450 y muere en el 1523.
Fue un pintor cuatrocentista italiano. Se trata
de uno de los grandes maestros de la llamada Escuela de Umbría. Aventajado
discípulo de Piero della Francesca del que aprendió su tratamiento de la
perspectiva. Su especial libertad en el modo para tratar los
temas, la especial utilización de los efectos lumínicos así como el dramatismo
de muchas de sus composiciones le confieren a su obra un elevado valor dentro
del Renacimiento.
Su estilo posee una gran tensión que se hace
evidente en la tendencia de las figuras a trascender el límite de la
perspectiva que señala el marco de la obra -que se observa especialmente en la
Adoración de los Reyes Magos y en el San Sebastián-. Esta tensión se patentiza
aún más en sus frescos.
La resurrección de la carne.
Una característica de Luca Signorelli es su manera de retratar a los ángeles de manera colosal.
Además de esto podemos observar como Luca toma la muerte como algo jocoso, por su manera de retratar a los muertos que están reviviendo, se puede notar en sus expresiones corporales.
El Juicio Final
Los demonios con forma humana torturan o atan
a los condenados que se retuercen de dolor y de angustia, escena observada por
ángeles con corazas en la zona superior del arco. La perspectiva ha sido
interpretada a través de la masa humana donde la anatomía se convierte en
protagonista absoluta, inspirada en el mundo clásico, acentuándose los músculos
en tensión gracias al empleo de una luz fuerte. La sensación de movimiento es
también protagonista, resultando una obra sólo superable por el Juicio Final
que Miguel Ángel pintó en la Capilla Sixtina, influida sin duda por esta imagen
de Signorelli.